Examen
físico de la cabeza
Para la exploración
clínica de cabeza y cuello se utilizan las 4 técnicas básicas de la exploración: inspección, palpación,
y auscultación. La
inspección y la palpación son las más utilizadas es esta región; la percusión y
la auscultación se utilizan en el sentido que existen
casos en los que no se deben omitir. En
algunas enfermedades estos dos métodos no son de utilidad diagnóstica.
Instrumentos: estetoscopio
(para auscultar), oftalmoscopio, (fondoscopía), otoscopio (nariz y oído externo), lámpara (senos paranasales,
cavidad oral y faringe), baja lenguas, diapasón (utilizado para explorar sensibilidad
vibratoria –para todo
neurológico de cualquier parte
del cuerpo-; en cabeza y cuello se necesitan para hacer las Pruebas de Weber y Rinne,
explorando así la intensidad de huesos del cráneo, de la cara y oído y la
capacidad auditiva).
Ubicación: Derecha
del paciente (Todos los métodos exploratorios son a la derecha del paciente,
excepto en ciertas áreas).
Cráneo
Cráneo: Inspección y Palpación
·
Tamaño: normal,
microcefalia (menor a lo normal) y macrocefalia (mayor a lo normal). Este
apartado es de importancia pediátrica, para conocer el
tamaño del cráneo en proporción a la edad. Proporcionalmente la cabeza de un RN
es más grande que la de un niño, y a su vez, más grande que la de un adulto.
·
Adulto = 1/9 volumen total
del cuerpo, Niño = 40%, RN = 30%.
·
Simetría: que se
define como la igualdad entre
el lado izquierdo y derecho de un órgano. En medicina se
describe simetría se utiliza en los órganos únicos, cuando se comparan la parte
derecha del órgano con la izquierda (e.g.= la cabeza es simétrica). A veces, se
menciona simetría para órganos pares, en donde se compara un lado de los lados de
uno de los órganos con el otro lado del mismo (e.g.= la mama derecha es
simetría, que significa que el lado derecho de la mama derecha es igual al lado
izquierdo de la mama derecha). Puede tomarse también entre los dos órganos
pares (e.g.= las mamas son simétricas, es decir la mama izquierda y
la derecha son iguales). Así, un órgano puede ser simétrico o asimétrico.
Cuando la asimetría es de uno de los órganos tenemos que especificar que la
produce. Causas de asimetría pueden ser prominencias, masas o depresiones.
Cuando se describe que un órgano es asimétrico debe considerarse su causa y
describirla. ej. = el cráneo es asimétrico por prominencia de temporal derecho
(hemangioma o quiste).
·
Forma: normal
o patológica. Si es patológico se describe el tipo de anomalía que se observa. Ej.
oxicefalia, dolicocefalia o turricefalia
·
Anomalías: prominencias
o depresiones. Craneóstosis. Se describen las regiones anatómicas como las
conocemos: en el cráneo las regiones se describen según el hueso subyacente
(región frontal, parietal, temporal, etc.), en el abdomen son cuadrantes
(fosa ilíaca, hipogastrio derecho, etc.). Se debe describir la región
especifica de la anomalía
Para examinar el cuero cabelludo se debe separar el cabello
para buscar y describir cicatrices, lesiones, abrasiones, escaras, nódulos,
quistes sebáceos, etc., mencionando su localización y tamaño (lo más aproximado posible y en mm. o
cm.). El tamaño es importante describirlo en masas, quistes, nódulos, tumores,
desde su inicio hasta que consulta, con el objetivo de
conocer su evolución. En general, los procesos malignos
son de crecimiento rápido, mientras que los procesos benignos son de
crecimiento lento.
Lo segundo, se debe describir la presencia o no de seborrea, y de ella describir
su cantidad (escasa o abundante) y la región, y si no se encuentra, se menciona
su negación. Las patologías se deben de describir en el examen físico como
presentes o ausentes, por ejemplo "no se aprecia seborrea". Se debe
negar, porque si no se niega no sabemos si es que el paciente no tiene o no se
buscó. Tercero, pediculosis. Se describe la presencia de ectoparásitos o se
niega su presencia. También se describe cantidades (escasas o abundantes).
Cabello
Las características del cabello nos
permiten muchas veces confirmar o sospechar la presencia de una enfermedad. Se
describe:
·
Color: negro,
castaño, rojo, rubio, etc. Este aspecto no es diagnóstico en algunos casos, a
menos que tenga condiciones especiales: canicie prematura o mechones blancos
son característicos del Síndrome de Wallenburg.
·
Consistencia: fino,
grueso o normal. La consistencia depende muchas veces de tintes, que cambian
las características del cabello, puede ser áspera por tintes previos; se debe
preguntar si el paciente se tiñe el cabello. Si el paciente no se tiñe el
cabello y es grueso, áspero y se desprende con facilidad, puede ser sospecha de
hipotiroidismo (acompañado de adinamia, somnolencia, debilidad), y si es fino,
sedoso y fácilmente desprendible, puede ser indicativo de hipertiroidismo.
·
Cantidad: normal,
escasa, abundante. Cuando el cabello es escaso (alopecia difusa) es importante
preguntar al paciente si su cabello siempre ha sido escaso, esto puede indicar
normalidad o consecuencia a una enfermedad. A la pérdida de cabello difusa o
circunscrita se le conoce con el nombre de alopecia. Cuando
exista alopecia debe describirse el tipo. La alopecia puede ser siempre
clasificada como: 1) Universal, en dónde no se observa cabello y vello en
ninguna parte del cuerpo, 2) androgénico, en donde se observan escaso o ningún
cabello en ambos lados del hueso frontal (entradas a ambos lados de la frente),
hereditaria y secundaria a un defecto androgénico hereditario o a hipo o
hipergonadismo, 3) aleata, en donde se forma un espacio alopécico (como moneda)
en uno o varios lugares del cráneo, 4) difusa, en donde se observa escasez generalizada.
La alopecia puede apreciarse en la sífilis secundaria
como una mordida en la coronilla.
·
Carácter: liso,
ondulado o rizado, natural o artificial, seco o grasoso. Si está seco preguntar
si recientemente se ha lavado el cabello.
·
Implantación: normal
o fácilmente desprendible, y el nivel de implantación es muy alto o bajo en el
cuello. Hay condiciones, sobre todo congénitas, en las que la implantación del
cabello en la nuca es muy baja y puede sugerir a un dg.
Oidos
·
Forma: no
todas las orejas son normales. Hay una gran cantidad de patologías congénitas,
genéticas o cromosómicas que tienen anormalidad en las orejas. Tenemos que
describir que tipo de deformidad (en forma de copa, forma de coliflor),
agenesia o hipoplasia (de las orejas, lóbulos o tragos), disfunción. Describir
ambos lados
·
Tamaño: normal,
agenesia, hipoplasia
·
Nivel de inserción: es importante. Normal o bajo. El nivel normal es aquel en el que la
entrada del conducto auditivo está a la altura de ángulo del ojo. Hay muchas condiciones
en el que el nivel baja como en el Síndrome de Down.
·
Patologías: lesiones,
quistes, tofos, cianosis, hemorragias, cicatrices. Describir con detalle la
localización y el tamaño. E.g. tamaño de cicatriz, tofo, etc.
·
Sensibilidad: normal,
hiper o hiposensible. En la palpación tenemos que mencionar si hay dolor o si
no hay dolor. Especialmente es importante la palpación de los tragos (con el
dedo índice y un lado primero y el otro lado después), porque el dolor en los
tragos puede indicar otitis externa. Con mucha más razón se busca dolor en los
tragos si hay historia de fiebre.
Tímpanos
Con el otoscopío se observan ambos
tímpanos. Debemos describir la integridad o discontinuidad, prominencia, color,
brillantez u opaca, cono de luz.
Se exploran y describen cada uno de los dos tímpanos. Cuando los órganos son
dobles, como los tímpanos, la descripción puede abreviarse al escribir tímpanos en la historia:
tímpanos con integridad, prominencia, color gris nacarado, brillante y cono de
luz normales.
Conducto Auditivo Externo (CAE)
Se explora halando la oreja hacia
atrás, arriba y afuera. Se coloca el otoscopio y visualizan la membrana
timpánica a menos que se obstaculice el cerumen. Se describe el color de la
mucosa, la presencia o no de hiperemia, rugosidades, hemorragias o lesiones.
Todo hallazgo debe ser ubicado según las agujas del reloj o en cuadrantes.
También se describen con estos métodos los hallazgos en el fondo de ojo y
mamas. Las secreciones deben de ser descritas en cantidad (escasa, moderada,
abundante) y características (serosa, purulenta, sanguinolenta, sanguino
purulenta, etc.), si hay otorraquia u otorrea. La cantidad de vello y cerumen
es igualmente importante, especialmente si llama la atención.
Mastoides
Se palpan. Las mastoides
se palpan colocando la mano del examinador izquierda a la altura del occipital
(apoyando la cabeza sobre esta mano) y se presiona la mastoides de un lado y
luego del otro. Se debe mencionar si las mastoides presentan edema o
sensibilidad dolorosa a la palpación.
Observar si son completas, si están
pobladas o si son escasas. Debe observarse anomalías: tumoraciones, quistes
sebáceos, arrugas, etc. En estos órganos, como todos los órganos largos, se
mencionan anomalías en tercios: tercio externo, medio o interno.
Es
necesario investigar la integridad anatómica de los ojos y de sus funciones.
Cejas. Pacientes con hipotiroidismo puede presentar una pérdida
de la cola de las cejas (es conveniente asegurarse que no sea porque se las
depila).
Párpados. Interesa ver si funcionan en forma simétrica o si existen
lesiones en ellos. Si el paciente no puede abrir un ojo, o lo logra en forma
parcial, se puede deber a edema (p.ej.: por una alergia), una sufusión de
sangre (p.ej.: por un traumatismo), porque existe un problema muscular (p.ej.:
por miastenia gravis) o neurológico (p.ej.: por compromiso del nervio
oculomotor). La caída del párpado superior se conoce como ptosis palpebral. Ectropión es cuando el párpado, especialmente el
inferior, está evertido (dirigido hacia afuera) y las lágrimas no logran drenar
por el canalículo y el ojo lagrimea constantemente (epífora). Entropión es cuando los párpados están vertidos
hacia adentro y las pestañas irritan la cornea y la conjuntiva. Un orzuelo es la inflamación del folículo de una
pestaña, habitualmente por infección estafilocócica. Chalazión es una inflamación crónica de una
glándula meibomiana (son glándulas que se ubican en el interior de los párpados
y drenan hacia el borde de ellos). Pueden verse lesiones solevantadas y de
color amarillento, especialmente hacia los ángulos internos de los ojos, que se
conocen como xantelasmas y se deben a un trastorno del
metabolismo del colesterol. Cuando el paciente no puede cerrar bien un ojo
(p.ej.: por parálisis del nervio facial), y el párpado no cubre bien el globo
ocular, se produce un lagoftalmo;
esta condición puede llegar a producir una úlcera corneal por falta de
lubricación. Una blefaritis es una inflamación aguda o crónica de
los párpados. Se puede deber a infecciones, alergias o enfermedades
dermatológicas.
Un epicanto es un pliegue vertical en el ángulo
interno del ojo. Se ve en algunas razas asiáticas y en personas con síndrome de
Down (mongolismo).
Conjuntivas. La palpebral se observa traccionando el párpado inferior
hacia abajo. Normalmente es rosada y en caso de existir anemia se puede
observar pálida. La conjuntivitis es una inflamación o infección de las
conjuntivas. Los ojos se ven irritados, con aumento de la vasculatura
(hiperémicos) y se encuentra una secreción serosa o purulenta. La hemorragia subconjuntival compromete la conjuntiva bulbar y da
un color rojo intenso; no se extiende más allá del limbo corneal. El pterigión (o pterigio) es un engrosamiento y
crecimiento de la conjuntiva bulbar, habitualmente en el lado interno del ojo,
que puede invadir la córnea desde el limbo corneal. Es frecuente en personas
que trabajan expuestas a luz solar, y por lo tanto, a ondas ultravioleta. Hay
que diferenciar esta condición de la pinguécula que es una especia de carnosidad
amarillenta que aparece en la conjuntiva bulbar, en el lado nasal o temporal.
La epiescleritis es una inflamación de la epiesclera
que es una capa de tejido que se ubica entre la conjuntiva bulbar y la esclera;
se debe habitualmente a una causa autoinmune.
La dacrocistitis es una inflamación del saco lagrimal y
se ve un aumento de volumen entre el párpado inferior y la nariz; el ojo
presenta lagrimeo constante (epífora).
En la xeroftalmía existe falta de lágrimas y el ojo se
irrita. Se ve en la enfermedad de Sjögren, que es de naturaleza autoinmune.
Esclera. Normalmente se ve de color blanco. Cuando existe
ictericia, aparece un color amarillento. Para detectar este signo, la
bilirrubina requiere ser de 2 a 3 mg/mL. El examen debe efectuarse con luz
natural por ser de color blanco. Cuando se examina con la luz artificial, que
con frecuencia da una coloración amarillenta, este signo podría pasar
desapercibido.
Córnea. Es importante fijarse si es transparente, si existen
opacidades, la curvatura que tiene. Es conveniente fijarse si el paciente está
con lentes de contacto ya que tienden a desplazarse al tocar los ojos durante
el examen. La sensibilidad se examina con una tórula de algodón (cuidando que
no deje pelusas): se toca ligeramente el borde de la córnea y se debe obtener como
respuesta un parpadeo (reflejo corneal). Pueden existir opacidades como producto de la cicatrización de
lesiones traumáticas o ulceraciones. En el margen de la córnea se pueden
apreciar cambios de coloración que dan lugar a lesiones en forma de anillo, como
el arco senil o arco corneal, que se observa en
personas mayores o en personas más jóvenes que tienen un trastorno del
metabolismo de los lípidos. El anillo
de Kayser-Fleischer se
observa en enfermedades del metabolismo del cobre.
Iris
y pupila. Se examina la forma de las
pupilas, su tamaño y su reactividad a la acomodación y la luz. Se aprecia la
pigmentación del iris. Se debe buscar si las pupilas están chicas (mióticas),
dilatadas (midriáticas), de distinto tamaño entre ellas (anisocoria), de forma alterada
(discoria).
Algunos
medicamentos, como las gotas de pilocarpina que se usan en el tratamiento de
glaucoma, determinan que las pupilas estén muy mióticas. Otros medicamentos,
como los que tienen acción atropínica, tienden a dilatarlas. También logran
este efecto las emociones. Elreflejo de acomodación se busca solicitando al paciente que
mire un punto distante y luego uno cercano (por ejemplo, la punta de un lápiz,
a 10 o 15 cm de distancia), y viceversa. En la visión cercana las pupilas se
achican y los ojos convergen; en la visión distante las pupilas se dilatan. El reflejo a la luz se busca iluminando la córnea
tangencialmente, desde un lado, con lo que las pupilas deben achicarse: en el
lado iluminado se aprecia el reflejo directo y en el otro, el consensual.
Cuando está presente el reflejo a la luz, habitualmente siempre está presente
el de acomodación. La pupila
de Argyll-Robertson se
caracteriza porque se ha perdido el reflejo a la luz, pero se mantiene el de
acomodación; se observa en neurosífilis.
El síndrome de Horner (o de Claude-Bernard-Horner) se
caracteriza porque en un lado de la cara se observa una pupila miótica y una
ptosis del párpado superior. También puede presentarse enoftalmos (globo ocular
más hundido) y anhidrosis (falta de sudoración), de la mitad de la frente del
lado comprometido. Se debe a una lesión a nivel del simpático cervical (p.ej.:
un cáncer bronquial que invade el plexo braquial y la inervación simpática del
cuello).
El exoftalmos es una condición en la cual los globos
oculares protruyen de la órbita. Se ve en cuadros de bocio asociados a
hipertiroidismo (enfermedad de Basedow-Graves). En los hipertiroidismos también
se observa una discreta retracción del párpado superior con lo que aumenta la
apertura palpebral. Al solicitar al paciente que siga con la vista el dedo del
examinador mientras éste lo desplaza de arriba abajo, se logra ver el blanco de
la esclera sobre el iris (signo de Graefe). La convergencia de los ojos
también se compromete.
Cristalino. Debe ser transparente para dejar pasar la luz. Sus
opacidades se denominan cataratas y dificultan la visión. Cumple una
función muy importante en la agudeza visual al ayudar a enfocar las imágenes en
la retina.
Examen
del fondo del ojo. Para esta parte del
examen se usa un oftalmoscopio que es un instrumento provisto de una fuente de
luz y un juego de lentes con distintas dioptrías, que el examinador selecciona
para enfocar la retina. Hay oftalmoscopios que entregan distintos haces de luz:
un círculo de luz blanca, otro con un círculo más pequeño (algunos lo prefieren
cuando las pupilas están mióticas), uno con una rejilla sobre proyectada (para
efectuar mediciones), otro con luz verde (para identificar algunas lesiones de
color rojo), uno que proyecta sólo un semicírculo de luz (con lo que se evitan
algunos reflejos) y, por último, una luz en hendidura (para examinar aspectos
específicos). El haz más usado es el de luz blanca. También, en algunos
instrumentos, es posible graduar la intensidad de la luz. El juego de lentes
está dispuesto en una rueda giratoria. Partiendo de una lente neutra, sin
dioptrías (lente 0), hacia un lado se disponen aquellas que producen una
convergencia de la luz (se identifican de color negro, llegan al número +40 y
se seleccionan girando la rueda en el sentido de los punteros del reloj); hacia
el otro lado están dispuestas aquellas que producen una divergencia de la luz
(se identifican de color rojo, llegan al número -20 y se seleccionan girando la
rueda en sentido contrario a los punteros del reloj). Estas lentes van a
corregir los errores de refracción tanto del paciente como del examinador. No
corrigen los defectos debido a astigmatismo (diferente curvatura de los
meridianos de medios refringentes que impiden la convergencia en un solo foco).
Si el examinador usa normalmente lentes ópticos, habitualmente efectúa el
examen sin ellos, corrigiendo su defecto con las lentes del instrumento. En los
casos en que no se logra una buena visión, se puede ensayar el examen con los
lentes ópticos puestos (esto es válido tanto para el paciente como para el
examinador).
nariz
La nariz cumple varias funciones: permite el paso del aire al respirar,
sentir olores, condicionar el aire que se respira (humidificar, filtrar,
calentar), como órgano de resonancia de los sonidos generados por la laringe.
En la parte más anterior están los orificios nasales, que se continúan en
los vestíbulos y en la parte más posterior están las coanas. Luego viene la
nasofaringe. En el medio está el tabique o septo nasal. En el techo de la
cavidad nasal está la placa cribiforme en las que están las terminaciones
sensoriales del nervio olfatorio. En la pared lateral existen 3 proyecciones
óseas que son los cornetes: superior, medio e inferior. Por debajo de cada uno
de ellos queda un espacio que se llama meato (superior, medio o inferior, según
el cornete que los delimita por arriba). En el meato inferior drenan las
lágrimas de los ojos, que vienen desde el saco lagrimal. En el meato medio
drenan los senos paranasales. Toda la cavidad nasal está cubierta por mucosa.
En la región superoanterior del septo existe una zona rica en vasos sanguíneos
que constituyen el plexo de Kiesselbach, el que puede ser sitio de origen de
epistaxis (hemorragia nasal).
Los senos paranasales con cavidades tapizadas por mucosa y cilios que
drenan a los meatos medios, a cada lado. Se distinguen los senos maxilares (en
el hueso maxilar, a los lados de las cavidades nasales), los frontales (en el
hueso frontal, por encima de la nariz), los etmoidales y esfenoidales (más
profundos).
Examen de
la nariz.
Se debe observar la forma, la permeabilidad, si existen secreciones o
descargas, el aspecto de la mucosa. Cuadros de rinitis alérgicas se acompañan
de estornudos, congestión nasal bilateral, una mucosa de aspecto pálida o
enrojecida y una descarga acuosa. En caso de un traumatismo con fractura de la
base del cráneo (lámina cribiforme), puede producirse un goteo de líquido claro
que corresponde a líquido cefaloraquídeo. En caso de epistaxis se trata de ver
de dónde viene la sangre. Una sinusitis puede asociarse a descarga de secreción
mucopurulenta. En niños con insuficiencia respiratoria es frecuente ver un
"aleteo" nasal (movimiento de las alas de la nariz con cada
inspiración). Con una linterna y presionando un poco la punta de la nariz, se
observa el interior de cada fosa nasal. Esto puede ser más expedito ayudándose
de un espéculo nasal (puede servir para esto el oftalmoscopio con el espéculo
de mayor diámetro). Se trata de precisar el aspecto de la mucosa, las
características de las secreciones que puedan existir, si existen pólipos, la
alineación del tabique y el aspecto de la parte anterior de los cornetes medio
e inferior. Los usuarios de cocaína pueden desarrollar úlceras.
Examen de la boca
y la orofaringe
Labios. Se examina su aspecto y simetría. Entre las alteraciones
que se pueden encontrar destaca el aumento de volumen por edema, cambios de
coloración (p.ej.: palidez en anemia, cianosis en ambientes fríos, poliglobulia
o hipoxemia), lesiones costrosas (p.ej.: en herpes simple), si están
inflamados, secos y agrietados (queilitis), si existen
"boqueras" (queilitis angular o estomatitis angular), fisuras
(p.ej.: labio leporino), lesiones pigmentadas (p.ej.: en el síndrome de
Peutz-Jeghers que se asocia a poliposis intestinal).
Mucosa
bucal. Se examina la mucosa bucal
(humedad, color, lesiones). En la xerostomía se produce poca saliva y la boca está
seca; en una candidiasis bucal o muguet (infección por Candida albicans) se
presentan múltiples lesiones blanquecinas; las aftas bucales son lesiones ulceradas, habitualmente
ovaladas, rodeadas por eritema y son dolorosas. La desembocadura del conducto
de Stenson puede aparecer inflamada en cuadros de parotiditis infecciosa
(paperas). En insuficiencia suprarenal (enfermedad de Addison) pueden verse
zonas de hiperpigmentación (melanoplaquias o melanoplasia). Las leucoplaquias o leucoplasias son lesiones blanquecinas, planas,
ligeramente elevadas, de aspecto áspero, que pueden ser precancerosas.
Dientes. Conveniente fijarse si están todas las piezas dentales,
si existen caries o prótesis (de la arcada superior o la inferior). Un paciente
está desdentado o edentado si ha perdido sus dientes. La mordida se refiere a
la oclusión de los dientes y normalmente los molares superiores deben apoyarse
directamente sobre los inferiores y los incisivos superiores deben quedar
discretamente por delante de los inferiores. Las alteraciones de la mordida
pueden llevar a un trastorno doloroso a nivel de las articulaciones
témporo-mandibulares, especialmente al masticar. También se le pide al paciente
que abra y cierre la boca para buscar si a nivel de las articulaciones
témporo-mandibulares se produce una discreta traba o resalte, o si la boca se
abre y se cierra con desviaciones anormales.
Encías. Observar el aspecto, coloración, aseo, acumulación de
sarro en el cuello de los dientes. Algunos medicamentos, como la fenitoína,
producen una hipertrofia de las encías. La gingivitis es una inflamación de ellas. En cuadros
hemorragíparos se pueden ver signos de hemorragias o petequias. Una línea
azul-negruzca en el borde de la encía puede deberse a una intoxicación crónica
por plomo o bismuto. También se debe observar si existe una retracción de las
encías que deja a la vista parte de la raíz de los dientes (gingivitis crónica
y periodontitis).
Lengua. Normalmente presenta algo de saburra, pero en cuadros
febriles y por falta de aseo, aumenta. Un aspecto como mapa geográfico (lengua
geográfica) o con surcos profundos (lengua fisurada o cerebriforme), no
significa enfermedad. En las glositis la lengua está inflamada y se ve roja
y depapilada. Puede deberse en deficiencia de vitaminas, especialmente del
complejo B. Con el uso de antibióticos, ocasionalmente, puede desarrollarse una
coloración negruzca en el dorso de la lengua asociada a hipertrofia de las
papilas. También es sitio de tumores, úlceras, aftas, leucoplasias. Como parte
del examen neurológico se examina la protrusión de la lengua y sus movimientos.
Cuando existe una parálisis del nervio hipogloso de un lado (XII par craneal),
la lengua protruye hacia el lado de la parálisis del nervio. En enfermedades
asociadas a denervación se pueden ver contracciones de grupos de fibras
musculares (fasciculaciones).
Paladar. En el paladar duro pueden haber hendiduras como parte de
un labio fisurado. La presencia de una prominencia ósea en la línea media
(torus palatinus), no tiene mayor significado patológico. Se pueden encontrar
petequias, úlceras, signos de candidiasis, tumores (p.ej.: tumor de Kaposi). En
el paladar blando, que viene a continuación, interesa ver sus movimientos que
dependen de la invervación del glosofaríngeo (IX par craneal) y el vago (X par
craneal). Cuando existe un compromiso del X par craneal en un lado, al pedir al
paciente que diga "AAAH... ", un lado del paladar se eleva mientras
que el otro no lo hace, y la úvula se desvía hacia el lado que se eleva.
Orofaringe. Se le pide al paciente que abra la boca y se ilumina con
una linterna. Con frecuencia es necesario usar un bajalenguas que se apoya
entre el tercio medio y el posterior. Para deprimir la lengua no conviene que
el paciente la esté protruyendo. Algunas personas tienen un reflejo de arcada
muy sensible que puede hacer imposible usar un bajalenguas. Al mirar la
orofaringe, se aprovecha de examinar las amígdalas. Cuando estas tienen una
infección purulenta se ven con exudados blanquecinos y el enfermo presenta
fiebre elevada, odinofagia, pésimo aliento, adenopatías submandibulares y
cefalea. Las causas más frecuentes son una infección por estreptococos o una
mononucleosis infecciosa. A veces se encuentra en alguna cripta amigdaliana una
formación blanquecina que se debe a acumulación de desechos celulares y restos
de comida; también puede corresponder a concreciones calcáreas (tonsilolito).
Glándulas
salivales. En las parótidas y las
submandibulares se pueden presentar litiasis que obstruyen el conducto
principal y generan dolor y aumento de volumen. También pueden ser sitio de
infecciones: las paperas comprometen las parótidas (parotiditis infecciosa); en
pacientes con sequedad de la boca, mal aseo bucal y compromiso inmunológico se
pueden presentar infecciones purulentas. Las parótidas crecen en algunas
enfermedades como en la cirrosis hepática (hipertrofia parotídea): se observa
un abultamiento detrás de las ramas de la mandíbula que puede levantar un poco
el lóbulo de las orejas.
LESIONES DE LA PIEL DE LA CABEZA
Nevo de Unión (Los nevos de unión son máculas
negruzcas de hasta 20 mm de diámetro. La mayoría aparece en la infancia y
evolucionan a nevos compuesto o dérmico, excepto los de las palmas, plantas y
genitales que pueden persistir como tales).
Nevo Intradérmico (se caracterizan
por carecer de nidos de unión o tener muy escasos y por gran cantidad de
células en la dermis. Estas se disponen en nidos, cordones, trabéculas o
aisladas).
Nevo Compuesto (los nidos están en la zona de
unión y en la dermis superficial. El componente de unión es idéntico al del
nevo de unión y el dérmico está constituido por nidos o melanocitos en cordones
o trabéculas).
Nevo Azul (Un nevo
azul o nevo coeruleus es una pequeña mancha o pápula
pigmentada adquirida, de bordes definidos, que está constituida por
acúmulos de células nevicas cargadas de melanina. De naturaleza benigna y
consistencia firme, se diferencia del nevo melanocitico, más común (lunar), por
ser de color gris o azul oscuro, debido a su localización dérmica. Pueden localizarse
en cualquier zona del cuerpo, aunque es más frecuente en dorso de manos y
pies).
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