Examen Genitales
Masculinos
El examen de los genitales de un hombre puede ser una
situación embarazosa y por lo mismo, conviene efectuarlo con delicadeza. Esta
es un área muy sensible para los hombres y se debe evitar comentarios o
expresiones que produzcan incomodidad.
El examen se efectúa mediante la inspección y
la palpación. Las partes que se deben identificar son:
- el vello pubiano
- el pene
- el glande
- el meato uretral
- el escroto
- los testículos
- los epidídimos
- los cordones espermáticos.
El vello genital o pubiano tiende a ser abundante y en
el hombre se continúa hacia el ombligo. Se pueden encontrar piojos (Phthirius
pubis) o liendres (huevos de piojos) en personas poco aseadas.
En los pacientes no circuncidados es necesario retraer
el prepucio para examinar el glande y el meato uretral.
Entre las alteraciones que se pueden encontrar en el
pene, destacan las siguientes:
Fimosis: consiste en la dificultad para descubrir el
glande debido a un prepucio estrecho.
Parafimosis: es la dificultad de deslizar el prepucio
nuevamente hacia adelante después que se ha descubierto el glande, debido a que
es estrecho; lo comprime y lo puede edematizar.
Balanitis: es una inflamación del glande que ocurre
sólo en hombres no circuncidados, frecuentemente con fimosis o diabéticos. Se debe a infecciones bacterianas o
por hongos (Candida).
Balanopostitis es una inflamación del glande y
del prepucio.
Hipospadias: es una condición con que nace la persona
donde el meato uretral desemboca más abajo de lo normal, en una posición
ventral.
Ulceras: pueden ser de distinto tipo y naturaleza.
Entre las úlceras que afectan el glande y el prepucio destaca el chancro
sifilítico que es una úlcera ovalada o redonda, de bordes indurados, fondo
liso, y aparece dos semanas después de una exposición a la enfermedad.
Herpes genital: son vesículas superficiales rodeadas
de un halo eritematoso, muy dolorosas, que se deben a una infección por el
virus herpes simple tipo 2.
Condiloma acuminado o papilomas genitales: son
lesiones como verrugas que se deben a infecciones virales.
Molluscum contagiosum: son lesiones como pequeñas
pápulas algo umbilicadas en el centro, son de transmisión sexual y se deben a
infecciones por virus.
Carcinoma del pene: es un cáncer habitualmente de tipo
escamoso, que tiende a presentarse en hombres no circuncidados, poco
preocupados de su higiene.
Enfermedad de Peyronie: consiste en el desarrollo de
bandas fibrosas en el dorso del pene, por debajo de la piel, que lo pueden
deformar y provocar erecciones dolorosas.
Uretritis: se puede encontrar una secreción que
sale por el meato uretral, la cual debe estudiarse mediante tinciones de
extendidos y cultivos de distinto tipo, según las causas probables (ej.:
infección por gonococo)
El escroto y su contenido
En la superficie del escroto se pueden
encontrar lesiones de aspecto amarillento que corresponden a quistes sebáceos.
En ocasiones, el escroto se presenta muy edematoso y esto se observa en
enfermedades asociadas a retención de líquidos, como ocurre en la insuficiencia
cardíaca, síndrome nefrósico o cirrosis hepática.
En el examen de los testículos es frecuente
encontrar el izquierdo más abajo que el derecho. Para palparlos se trata de
presentarlos de modo de facilitar el examen. Para esto se toma un testículo
entre los dedos medio y anular de cada mano, dejando los dedos índice y pulgar
libres para que puedan palpar la superficie de la glándula. También se podrían
palpar usando los dedos pulgar, índice y medio. Cuando el músculo cremasteriano
retrae los testículos el examen se dificulta y es necesario traccionar un poco
el testículo para asirlo en forma adecuada.
Debe sospecharse de cualquier dureza o nódulo en la
superficie del testículo que pueda indicar la presencia de un cáncer. Ante
cualquier duda es necesario complementar el examen con una ecotomografía.
Los hombres deben tener la costumbre de examinarse los
testículos de vez en cuando buscando la aparición de nódulos. Durante un baño
de tina con agua caliente o en la ducha, puede ser un buen momento para
efectuarlo. Un cáncer testicular se puede manifestar desde lesiones pequeñas, a
una masa de mayor tamaño, peso y consistencia.
También se debe examinar los epidídimos, los conductos
deferentes y el cordón espermático. Losepidídimos se palpan como un cordón
que sigue el borde posterolateral de los testículos y que es más grueso en el
polo superior. Los conductos deferentes, cuando son normales, se palpan
como cordones lisos, indoloros y forman parte de los cordones espermáticos. Si
existe una hernia inguinoescrotal, el volumen de ese lado del escroto se
aprecia abultado.
Entre las alteraciones que se pueden encontrar
destacan:
Cáncer testicular: se manifiesta como un aumento
de volumen, que puede ser muy localizado (como una lenteja) o formar una masa,
habitualmente indolora, que aparece con mayor frecuencia en adultos jóvenes,
entre los 15 y los 30 años.
Quiste de la cabeza del epidídimo o espermatocele: es
una formación quística que se palpa como un nódulo en la cabeza del epidídimo,
fuera de los límites del testículo. En general, es de evolución benigna.
Hidrocele: es un aumento de volumen debido a la
acumulación de líquido en la túnica vaginal que es una membrana que rodea al
testículo y que normalmente deja una cavidad virtual. Si se apoya una linterna
sobre la piel del escroto, en la zona del aumento de volumen, se observa un
fenómeno de transiluminación que consiste en que la luz difunde en un área
extensa correspondiente al líquido acumulado.
Orquitis: es una inflamación aguda de un testículo que
se puede observar en enfermedades infecciosas virales, como las paperas, cuando
se presenta en adolescentes o adultos. En un comienzo la glándula se ve
aumentada de volumen y está muy sensible; con el tiempo, una vez que se
resuelve la inflamación, puede evolucionar hacia la atrofia.
Epididimitis: es una inflamación del epidídimo muy
dolorosa y se relaciona con infecciones urinarias o de la próstata. Existen
epididimitis de evolución crónica que se relacionan con infecciones como la
tuberculosis.
Torsión testicular: es una urgencia quirúrgica en la
que el testículo gira sobre su eje y puede llegar a comprometer la circulación
de la glándula. El testículo se ve retraído y la palpación es extremadamente
dolorosa.
Hidátide torcida: es otra condición que se acompaña de
dolor. Se palpa un pequeño nódulo sensible hacia el polo superior. Es más
frecuente de encontrar en niños en edad puberal.
Varicocele: corresponde a dilataciones varicosas de
las venas del plexo pampiniforme del cordón espermático. Se observa más
frecuente en el lado izquierdo, estando el paciente de pie. Puede asociarse a una disminución de
la fertilidad.
Criptorquidia: es una condición en la que un testículo
no logró descender a la bolsa escrotal y quedó en el canal inguinal o dentro
del abdomen. Estos testículos se atrofian y con el tiempo tienen mayor
tendencia a desarrollar un cáncer.
Condiciones en las cuales se encuentran testículos
chicos son la criptorquidia, secuela de una orquitis, por ingesta de
estrógenos, cirrosis hepática o alteraciones cromosómicas (síndrome de
Klinefelter).
Se encuentra un aumento de volumen escrotal en
el hidrocele, hernias inguinoescrotales, tumores, procesos inflamatorios y
cuadros edematosos.
Informacion tomada de:
http://escuela.med.puc.cl/Publ/ManualSemiologia/Genitmasc.html
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